Al fin es Viernes!

Estoy feliz, una porque es Viernes, dos porque miro por la ventana y tengo la mansa ni que vista y 3 porque hoy almorcé solo (y lo disfruté mucho) y viendo como Santiago crece y crece. Todo está bajo normalidad, por el Mapocho siguen corriendo sus aguas contaminadas, el smog deja ver un poco más allá de lo que yo creía y me enamoré de los techos que hay en esta parte de Santiago. Hay de todos... rojos, desteñidos, oxidados, sin pintar lo que hace que le de un encanto super particular. Ojalá hubiera tenido la camarita digital para poder tomarlas y publicarlas. Me entretuve más que viendo las micros pasar. O ver como la gente camina apurada...

Ando con toda la patá a colon... el Martes definitivamente voy a ir al doc, porque la verdad ya me aburrió.

Aparte de todoa esta maravilla que signifca el Viernes, al parecer estoy más que confirmado con el asunto de las clases, tengo que repasar los útimos detalles con el profe titular y la encargada de la U. Total es un dinerillo extra que sin duda me servirá para pagarme los remedios y los exámenes que con toda seguridad me van a hacer por pedido del doc.

Los planes del autoenchulamiento corporal, van bien. Ya me estoy acostumbrando a la menor cantidad de azúcar al igual que el pan, ahora sólo me como dos... no como en otras fechas que eran 5 ó 6 diarios.

Estoy dándome cuenta además que efectivamente estoy mejor sicológica y espiritualmente, hoy día me di cuenta de que estabamos a 16. Y se suponía que el 12 estaba de mes... no me di ni cuenta y es que al parecer en vez de una ventanita, Dios me abrió un ventanal del porte del Nacional... porque definitivamente estoy mucho mejor. Y aunque parezca raro, con ganas de volver a caminar por la costanera y sentarme en mi árbol.