Mi versión 2.0

Hoy pensaba... (porque pienso derepente). Caché que teniendo 23 años, tenía mentalidad de un caballero de 75. Hay ciertas cosas que se pueden hacer pero que no se deben realizar, decía y pensaba. Quizás esa mentalidad me ayudó a terminar mis estudios en los plazos señalados. Ser quizás el primer abogado de la familia. Eso se debería agradecer. Así que gracias.
Bueno, ahora soy un nuevo yo. Un nuevo yo: atrevido?, perverso?, lanzado?, digamos que quizás.
Descubrí que tengo 23 y que estoy en cuenta regresiva pa´los 24. Y es por esa razón que tengo que vivir acorde a eso. Mantener responsabilidades y valores. Pero a la vez no opacar a mi niño interno, el disfrutar de la vida. Porque como decía Celia:

Ay, no ha que llorar,

que la vida es un carnaval,

es mas bello vivir cantando.

Oh, oh, oh, Ay, no hay que llorar,

que la vida es un carnaval

y las penas se van cantando.

Hace algunas semanas lo empecé a hacer así. Y la verdad como que ando súper. Digamos que lo estoy pasando muy yupi. Es muy chori saber que así se debe vivir a los 23 años.
Ahora estoy medio agripa´o y con tos. Quizás fue el amanecerse, el bailar hasta decir basta, el dormir en un balcón abrazado o tal vez, han sido estos cambios de temperatura. Lo que haya sido. Acato la tos y feliz.
Nada ni nadie, volverá a opacarme ni me hará involucionar al yo anterior. Porque estoy muy bien y nunca he estado mejor.
Gracias a todos lo que hicieron posible a este nuevo ser.
Y a los que no les gusta, hay 14.999.999 de personas en Chile en potencia de conocer. Es cosa de querer. Como diría Mariana Castro: Si este niñito pudo (cuando me conseguí un expediente en menos de 24 horas saltándome todos los conductos regulares) apuntándome con su dedo y esa mirada de chucky. Ud. fiel lector/a, también puede. Yo lo hice. Es cosa de aplicar el AMP y tener ganas.
Se les agradece a todos los lectores, que hicieron parte de esto, su lectura voluntaria.