Asesorías...

Me sentí todo un abogado. A pesar de andar con una polera que tiene como 1200 años un pantalón de unas 8000 mil posturas, zapatillas digamos que en las últimas.
Fui a la notaría con una tía (quien también es mi madrina), a ver el contrato de compra-venta de la casa que al fin, después de años logró vender. Y yo era su asesor legal.
Me leí la famosa compra-venta, y di por hecho que estaba buena por los millones de decretos que obviamente nadie sabe, salvo el MINVU y las notarías.
Me fijé en los deslindes, el precio. Y problemas... Se da pagado en este acto. Y yo... Alto!. Ustedes trajeron la plata?. Y me dicen, lo que pasa, es que me compré un auto y yo en mi mente. Linda la hueaita, seguro que en el auto te vai a bañar po wn!.
Bueno y cuando tiene las lucas?. Mañana. Perfecto entonces. Tía, mañana le firma. Algún inconveniente?. No me dijo. Bueno que firme la señora y ud. mañana le trae la plata que falta, firma ud.
Ningún problema.
Esta fue mi primera asesoría legal, familiar, gratuita en un lugar oficial.
Fue chori. Lástima que me sopié entero, con los 31ºC que hicieron hoy.