Hasta siempre Ire!!

Querida Irene:

Hoy nos ha dejado tu presencia terrenal. Dios te ha llamado a su reino, para que disfrutes de la grandeza de éste.
Nosotros que todavía habitamos este mundo, sentimos una gran pena y pesar, por tu partida. Las despedidas siempre me han sido difíciles, sobretodo cuando no te volveré a ver físicamente ni podremos compartir nuestros secretos y tus risas.
Pero tengo tal seguridad, de que ahora podrás velar por todos nosotros desde las alturas, donde sin lugar a dudas, tú ya compartes con otros grandes.
Irenita, quiero que sepas, que siempre te sentí cercano a tí. Que a pesar de que era muy poco lo que compartiamos, por el estilo de vida que no está obligando a llevar el mundo, en toda ocasión fuiste mi referente, el modelo a seguir, tanto por tu responsabilidad y la preocupación por el otro.
Tus penas, tus traspiés, tus alegrías, tus logros, siempre los hice míos, porque de alguna forma u otra, quería y quiero ser como tú eras.
Hoy el Señor decidió llamarte, pero nos queda un gran consuelo.
Un pequeña parte de tí, ha quedado en otras personas.
Con tu partida, has dado vida. Eso demuestra aún más la gran mujer que eras.
No tengo ninguna duda, siempre fuiste un ángel y es por esa razón que debes estar al lado de Dios y no en este lugar.

Gracias Señor, por darnos la posibilidad de haber conocido y compartido el ángel que nos enviaste.

Adios Irene mujer, Bienvenida Irene espíritu.