Brindemos por el amor y sus fracasos I

Me siento solo. Quizá sea la hora de estar con alguien, pensaba. Sin pensarlo mucho, pero cuidando su vocabulario y sus ideas, plasmó lo que tanto buscaba y quería encontrar. Lo leyó varias veces. Se fijó en tíldes y comas. Si ya tengo 5 años de Universidad en el cuerpo se dijo. Esto me tiene que quedar perfecto, pues no quiero que me escriba cualquier tipo de persona.

Con el mouse, hizo click en post. Y lo volvío a leer. Hay que asegurarse y reasegurarse se dijo.

Pasaron los días y vi en su casilla algunas respuestas. Pero nada era lo que buscaba, sin embargo, él respondía a todos los mensajes, obviamente muchos quedaron sin respuesta a lo que él respondía.

Para sentirse realizado, esperaba un mail al menos de 10 líneas. Sorpresa se llevó cuando vio que había uno. Era extenso y con los mismos detalles que andaba buscando; feliz lo leyó. Estaba entusiasmado. Habían cosas que hacían tan atractivo ese mail. Sintió que esa era la persona que tenía que estar y mantener a su lado. Los días pasaban, y mantenían el contacto. Se intercambiaron msn, después se dieron los "mails oficiales" y los msn que estaban en línea gran parte del día. Llegó la prueba de fuego, el de la llamada a su celular. Porque le dijeron que la voz era algo importe, se devela gran parte de la personalidad y se da inicio a algunas ilusiones.

La llamada fue breve, en realidad los nervios estaban presentes y las manos sudaban más de lo normal. Se quedaron de ver al otro día. Y a los instantes, llegó un mensaje al celular: "Me gustó mucho tu voz" el sonrío feliz y los nervios crecieron.

La clase que se debía dar la jornada siguiente no fue lo que lo hacía andar feliz. Sino que al terminarla y caminar un par de cuadras, podrían ver sus rostros... Uno andaba con corbata, por razones de tipo laboral. La otra con ropa de un día sábado. Caminaron y caminaron. El mostró parte de sus secretos, ofreció un tour por las calles de Providencia. Señaló donde vivían sus amigos y se despidieron. Tuvo la impresión que a pesar de todo lo bello que fue ese día, las cosas no iban a resultar.