Cesante, soltero, afónico pero contento

El Jueves fue un día especial. Recibí mi

certificado de egreso, por ende, quedé

oficialmente cesante, situación que no me agobia en lo más absoluto. Lo pasamos tan bien. Jugamos en el podio de los discursos, en las banderas, en el estandarte, muertos de la risa. Un amigo me dijo y no te curaste?, obvio que no, le respondí. Pero lo que hiciste lo hacen todos, a lo que yo respondí, no frente al decano.Y me responde: Ahhhhhh!, eres de temer.
Ese fue y será mi momento más preciado, salvo cuando me den el título en la Suprema, donde contrataré juegos artificiales.
En La Casona, toqué el piano, alguien compró mis fotos!, fotos que eran de mi recuerdo, mi más preciado recuerdo!, aparte la Dani con la Jani, dicen que salía bello (sic). Yo las quería de recuerdo. Pero se supone que tengo unas en el salón de la novia, donde obviamente me tomé las fotos con los niños en sepia, preciosas!.
El Viernes, hubo la anhelada reunión en Tobalaba 20, donde partimos como de costumbre, con almuerzo, once y ahora "dramas de la niñez", mientras comiamos panqueques, hechos por la Jani y donde obviamente nos cagamos de la risa, como es nuestra rutina y jugamos con el carruaje donde venía el regalo de la Claudia y obviamente pedimos matrimonio como ha sido la costumbre de todos estos años.
El Sábado, fue a ver a la Oreja a San Carlos, un recital MARAVILLOSO!, me las canté todas, quedé afónico, aun me duele la garganta, me compré una varita luminosa (como la Claudis y la Dani). En el intertanto como estabamos aburridos, la Clau se hizo pasar por musulmana y vamos hablando tonteras otra vez y vamos ríendonos de nuestra existencia y de El Clon.
Las niñas por no ser menos, se metieron al baño de hombres a hacer pipí y todas las mujeres de la fila las siguieron por ende, como dijo un caballero, el baño era "caramelo surtido" así que todos se quedaron con las ganas del pis, porque igual es fome sacar "el coso" delante de varias niñas esperando las casitas.
Toy contento y aunque creí que me iban a cagar sicológicamente, no lo hicieron. El amor por Amaia es más fuerte. Aparte cantó: Cuéntame al oído, Rosas, La Playa, París y Puedes contar conmigo y yo feliz, feliz super feliz. Y me di por pagado. Estos tipos, cantan sencillamente IN-CRE-I-BLE. No alcancé a darme cuenta, cuando era uno más de los treinta mil, que llenamos el San Carlos de Apoquindo.
Ahora que hago?, Respuesta: Mi tesis!. (Aunque ya odio el Mercosur)