Amo el Transantiago!
Hoy fui donde mi gueli en Ñuñork. Y por ende tuve que tomar las tan odiadas nuevas micros Transantiago. Como no tenía apuro, me subí y me fui cómodamente sentado. Al poco andar, se subió una silla de ruedas y por ende se hizo todo el procedimiento necesario para que la señora ocupante quedara ubicada. Fue en ese momento en que cuando estaba plenamente ubicada, con su cinturón de seguridad incluído, me sentí casi en el progreso máximo del transporte público. Al fin se puede decir que TODOS los chilenos y el resto de inmigrantes legales, ilegales y turistas que visitan esta ciudad llena de smog, tienen el derecho de transportarse como corresponde. Y tal cual como dijo la Presidenta, el 2010, vamos a estar funcionando de perillas. Casi me sentí orgulloso de ser chileno, por el nuevo sistema de transporte.
Una vez llegado a la casa de mi gueli, y de preguntarle como estaba y como le había ido en su viaje del Norte, nos pusimos a tomar nuestros mates, tal como es la costumbre de cada que vez que las visito. Después de las risas y los pelambres varios, fui con mi tía a comprar el pan para la once. Ahí me enteré que en mi familia, hubo un torturado político, me contó como fue todo y me dio una sensación de asco, pena, rabia y demases de sentimientos encontrados. Ahora entendí el porque espero que el "caballero" ese que se apoderó de la plata de todos los chilenos, viva por harto tiempo más y pague acá en la tierra, todas las pellejerías que hizo pasar a los que pensaron y seguimos pensando distinto a él.
Luego vimos el Rojo y caché, que la Yamna está más riquita que la Maura (pero igual está riquita), pasaron varios pensamientos por mi cabeza, que en este diario de vida público no se pueden comentar.
Como ya había tomado once, conversado, reído, pelado, y caminado, me vine para la casa nuevamente en este nuevo maravilloso transporte público que hizo el pasado Presidente.
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