Malditas copuchas

El jueves, un par de horas antes de irme a la misa de la flaka, a mi papá lo llama uno de sus pacientes por teléfono. Yo como andaba jugando con el Simón no pesqué mucho, (porque es más entrete el perro que escuchar conversaciones ajenas).

Una vez que terminó, me dice muy suelto de cuerpo:- "Hijo se mató el Vicencio!" y yo:- "Qué!", como se iba a matar! y me dice: Es que parece que lo dejó la polola y no deja ver a su hijo.
Y ahí me dio la chiripiorca.... empezaron los tiritones, el frío, el porqué, como no avisaron y bla bla bla y yo pásandome la media peli digna de todos los premios Oscar, Festival de Venecia y los MTV en todas sus variedades.

Llamé a un compañero del colegio y miembro de la fila (nombre que nos pusimos, porque eramos la fila entera de la sala la que hacía las ideas destructivas contra el establecimiento escolar), pa´preguntarle si era verdad o no. Mientras tanto seguían los tiritones y empezaba lentamente el llanto... al rato vuelve a sonar el teléfono y llama nuevamente el paciente de mi papá, para decir que el que se mató era el primo de la novia de mi compañero de colegio y que no se mató por penas de amor, sino que fue por un accidente.

Lo que me pregunto yo, es como la versión iba a cambiar a ese grado, si son sólo 3 casas de distancia!.

A mi me encantan tener "las últimas novedades", pero como que fue demasiado, como que no quiero saber nada "jocoso", al menos en un par de semanas.

Me impactó demasiado esta maldita copucha.